El monitoreo y el continuo estudio de la sismicidad en los campos geotérmicos de México (Los
Humeros, Pue.; Los Azufres, Mich; Tres Vírgenes, BCS. y Cerro Prieto, BC.), han generado diversos
planteamientos y conclusiones que conducen a relacionar la sísmica, con las operaciones de
explotación y el sistema hidrotermal:
1. El monitoreo sísmico confirma cambios en los esfuerzos y la presencia de actividad en zonas donde
no se había observado sismicidad; la cual ocurrió hasta el momento de la explotación del campo y
razonablemente confirma que los eventos han sido inducidos por medio de las numerosas
operaciones. La zona de explotación agrupa el mayor porcentaje de sismicidad local en tres de los
cuatro campos geotérmicos principales de México. Exceptuando el campo Tres Vírgenes donde la
mayoría de la actividad sísmica está asociada a la actividad tectónica.
2.Considerando la producción, perforación y la inyección en los pozos como las operaciones vitales de
explotación; la inyección se ha manifestado como la principal actividad generadora de sismicidad; en
Los Humeros, Los Azufres y Cerro Prieto, la mayoría de sismos se agrupa principalmente en las
cercanías de los pozos inyectores, se ha observado su ocurrencia en periodos cortos de tiempo
(horas, minutos y segundos), hasta tiempos largos (años) en los cuales probablemente se asocien
mecanismos generadores adicionales. Las fallas cercanas a los pozos tanto productores como
inyectores, manifiestan cambios de esfuerzos, activación o reactivación, lo que permitió construir la
proyección con su posible forma, echado y orientación.
Distribución de los sismos en los campos geotérmicos de México
3. Existen mecanismos termoporoelásticos que intervienen en el fracturamiento de los poros, zonas de
alta presión y temperatura que han influido en un fracturamiento adicional no considerado Ghassemi
(2007). Un indicador de este fenómeno es la numerosa microsismicidad concentrada en la zona de
mayor temperatura en el campo geotérmico de Los Humeros, siendo la zona norte del campo, la que
reúne los mecanismos necesarios para su manifestación, (alta temperatura y presión), parámetros que
sugieren la presencia del fenómeno de termoporoelasticidad.
4. Durante el periodo 2009 - 2010 del monitoreo sísmico en el campo Tres Vírgenes, se logró asociar
sismicidad a los siguientes trabajos de perforación y pruebas de producción en el pozo LV-06:
- Fin de la estimulación y proceso de limpieza para acidificación; 24/12/2009, 7 sismos.
- Ingreso de acido al pozo, el 27/12/2009; incremento del número de sismos a 7
- Inicio de la inducción o calentamiento del pozo; el 06/01/2010, 7 sismos asociados.
- Prueba de Producción a 3 ½''; el 9/03/2010, 58 sismos.
- Prueba de producción; cambio de diámetro en la placa de orificio de 3 ½’’ a 4’’, el
23/04/2010, 10 sismos.
5. Es importante señalar que la actividad sísmica, dentro de los periodos considerados en el estudio y
referente a los campos geotérmicos, no rebasan los 3.5 grados de magnitud, a pesar de encontrarse
en zonas tectónicamente activas y no se produce ningún evento de gran magnitud asociado a la
explotación, que pudiera considerarse de riesgo para la población o la infraestructura del mismo.
6. Es importante continuar con el monitoreo sísmico, para diferenciar los efectos de la
termoporoelasticidad y de fracturamiento hidráulico, debido al tiempo de ocurrencia necesaria para
generar los diversos efecto, normalmente el efecto de termoporoelasticidad no es considerado en los
términos de la permeabilidad y fracturamiento.
7. La actividad sísmica entorno a los yacimientos es numerosa y el monitoreo resulta una herramienta
importante para aportar valiosa información en la toma de decisiones, es recomendable utilizarla en
forma desde la etapa de exploración, durante la explotación e inclusive en etapas maduras de los
yacimientos.