Tejido Social

Como parte de las actividades en conmemoración del Día Internacional de la Mujer, el Instituto de Ingeniería organizó la charla virtual "Tejido social comunitario con enfoque de género", impartida por la Mtra. Leticia Cano Soriano, exdirectora de la Escuela Nacional de Trabajo Social. 
La perspectiva de género es un tema que está en boga por las circunstancias actuales de violencia, desigualdad e injusticia del país, donde se viven realidades contrastantes en varias regiones de México, explicó la académica, experta en los problemas sociales contemporáneos. 
La Mtra. Cano planteó una pregunta relacionada con la estructura social mexicana actual: ¿existe una emergencia social comunitaria? La respuesta evoca una situación crítica, de peligro, de riesgos y afectaciones sociales graves que impactan en las comunidades y que perjudican directamente a las mujeres. 
A su vez, la pandemia trajo al mundo entero una fuerte afectación al tejido social, ya que las comunidades y familias enfrentaron duelos, tristezas, desigualdades sociales, violencias, carencias económicas e injusticias sociales, lo que provocó una agudización de las problemáticas preexistentes. 
¿Cómo pensar las emergencias sociales? Las emergencias evidencian la exposición a procesos sociales y circunstancias límite, que pueden desencadenar efectos invaluables sobre las poblaciones y familias enteras, en la esfera de la salud e integridad personal, sus bienes, patrimonios y territorios, mencionó la Dra. Cano. Los estudios con perspectiva de género nos ayudan a comprender mejor el entorno en el que nos desarrollamos, de igual forma, nos permiten modificar los roles que han sido asignados y que han estado históricamente equivocados porque colocaron a las mujeres en un lugar invisible. 
Se busca sensibilizar a la sociedad para que vivamos en igualdad de oportunidades y que se logre una sociedad mucho más horizontal y con equidad de género, donde se entienda que todos y todas nos debemos comprometer con las responsabilidades laborales, sociales y domésticas que nos corresponden. 
En el ámbito académico habría que implementar una tolerancia cero a la violencia de género dentro de nuestra institución para erradicar completamente este tipo de prácticas. La propuesta abarca un cambio desde las aulas entre compañeros universitarios hasta la capacitación del profesorado para que sean más empáticos con la situación. 
Se asocia la violencia contra las mujeres con la emergencia social ya que ésta es devenida por la desprotección estatal, la falta de recursos y la dificultad por cubrir las necesidades básicas de vivienda, comida, vestido y salud, hechos que dificultan la resolución de la desigualdad. 
La Mtra. Cano reconoció los esfuerzos de la UNAM por crear instituciones encaminadas a incentivar la igualdad de género y dar el seguimiento necesario a las denuncias por violencia de género que existen en los planteles escolares. 
“Estamos en un momento en el que se fortalece cada vez más la perspectiva de género”, anunció. La resiliencia, la participación y la generación de procesos sociales son de suma importancia para generar una parte activa de la sociedad y generar su propia reconstrucción del entorno y tejido social.
Se necesitan crear planes comunitarios para hacer que la equidad de género se convierta en una realidad, añadió la Mtra. Cano Soriano.