EDITORIAL
El inicio del 2025 ha representado grandes retos académicos como administrativos tanto a la UNAM como al Instituto de Ingeniería, para realizar de manera adecuada las labores sustantivas de esta gran institución. El primer reto ha sido el programa de racionalidad presupuestal 2025 que contiene más restricciones de las que normalmente se han tenido a lo largo de la última década. El segundo reto que enfrentaremos a lo largo de los siguientes cuatro años, son las políticas económicas y sociales que a nivel internacional imponga el gobierno de los Estados Unidos, encabezados por el Presidente Donald Trump. Otro reto a superar es el impacto adverso que seguimos teniendo por la pandemia de la COVID-19. Asimismo, el último reto es la creciente revolución tecnológica que estamos viviendo, la cual es muy importante que procuremos incorporar a nuestros proyectos de investigación, además de realizarlos de manera conjunta con las diversas disciplinas de la ingeniería que cultivamos en nuestro instituto, todo esto con el fin de presentar soluciones integrales a los grandes problemas del país. Como consecuencia de esto, además de ser más competitivos, seguiremos reforzando el gran prestigio que hemos tenido ante el Gobierno, el sector empresarial y, sobre todo, ante la sociedad.
De hecho, antes de tener estos importantes retos, como puse de manifiesto en la presentación del Informe de Actividades 2024, ya hemos empezado a observar de manera reiterada en los dos últimos años, resultados negativos en la productividad académica y en la obtención de recursos, que son preocupantes. Lo anterior, ha impactado principalmente en la tasa de artículos publicados al año por el personal de investigación y en los recursos de patrocinio blando y duro. Esto, a pesar de los reiterados esfuerzos de una gran mayoría del personal académico para publicar artículos con factor de impacto y para obtener recursos de ingresos extraordinarios. Asimismo, aunque la Administración ha desplegado una fuerte campaña de visualización en diferentes medios institucionales del trabajo realizado y el que pueden llevar a cabo las y los investigadores de nuestro Instituto sigue faltando mayor interacción con los sectores externos. El más reciente ejemplo de apoyo, es la difusión en la Gaceta UNAM de la tecnología innovadora para el tratamiento de aguas residuales y producción de biomasa microalgal con enfoque sustentable, trabajo desarrollado por la Dra. María Teresa Orta y los integrantes del Grupo Interdisciplinario de Investigación, financiado por el II UNAM. Sin duda, esto ha ayudado, pero se requieren hacer mayores esfuerzos para la divulgación de nuestras capacidades.
Considerando todo lo anterior, es urgente implantar medidas más relevantes para contrarrestar estos malos efectos. Una de ellas es que todos los miembros de la comunidad académica del Instituto de Ingeniería unamos nuestros esfuerzos para presentar propuestas de proyectos interdisciplinarios a los sectores gubernamental y privado, para resolver sus problemáticas y, en consecuencia, las de México. En este sentido, ya he presentado ante una Secretaría de Estado al grupo de académicas y académicos que pueden atender seis necesidades que manifestó esta dependencia y, que espero nos puedan favorecer con su preferencia. También se tendrá una reunión con funcionarios de otra Secretaría de Estado para poner a su consideración estudios que beneficiarán al país.
En otro orden de ideas, aprovecho este espacio para felicitar al Dr. Luis Esteva Maraboto, por su cumpleaños número 90 y por el homenaje a su trayectoria organizado por la Sociedad Mexicana de Ingeniería Sísmica. También manifiesto una gran felicitación al Dr. Ramón Domínguez Mora, por el reconocimiento otorgado por el CENAPRED por su destacada trayectoria en la Gestión Integral del Riesgo y la Protección Civil. Finalmente, me congratulo en felicitar al Dr. Germán Buitrón Méndez por haber recibido de manos del Gobernador del Estado de Querétaro, el Premio al Mérito Empresarial Querétaro 2024 en la categoría de Ciencia y Tecnología, por la contribución y consolidación del ecosistema de ciencia, tecnología e innovación de ese Estado.
Por otra parte, quisiera invitarlos a participar activamente en el ciclo de conferencias que, con motivo del Día Internacional de la Mujer, serán impartidas por cinco investigadoras pioneras del II UNAM, quienes presentarán sus perspectivas en los campos de investigación en que se han desarrollado y, en las que se podrían encontrar oportunidades para la innovación.
Concluyo como siempre, enviándoles mis mejores deseos de éxito para este 2025 y tengan la seguridad que estamos trabajando arduamente para apoyarlos en las labores sustanciales que debemos realizar.
Cordialmente,
Dra. Rosa María Ramírez Zamora
Directora - Instituto de Ingeniería, UNAM