Comportamiento Sísmico

Actualmente es posible predecir el comportamiento estructural de cualquier construcción contemporánea debido a que los métodos de análisis pueden emplearse a casi cualquier tipo de estructura, pues están enfocados principalmente a las obras modernas, sin embargo, dejan de ser aplicables para la mayoría de los monumentos históricos. 

Así lo explicó el M. en I. Daniel Durán Sánchez, egresado de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), donde obtuvo el título de Ingeniero Civil y el grado de Maestro en Ingeniería Civil en el área de Estructuras. Retomó algunos de los fundamentos teóricos desarrollados por el Dr. Roberto Meli Piralla, experto en la conservación de los conventos mexicanos del siglo XVI para desarrollar su ponencia. 
El Maestro Durán es originario de Zacatecas y le apasionan las estructuras históricas por su simpleza y complejidad que tienen este tipo de edificaciones, y busca comprenderlas desde el punto de vista de su comportamiento estructural. La conferencia que impartió la nombró “El comportamiento sísmico de templos conventuales del siglo XVI del Estado de Morelos”. 
Las dificultades que tienen los restauradores al tratar de estudiar los monumentos históricos son enfrentarse a los materiales con los cuales están construidos, pues la mayoría son de piedras, ladrillos y mortero de cal, y al hacer la identificación de las características físicas y mecánicas de éstos no siempre es fácil, ya que hay variabilidad en la calidad y propiedades de los materiales. 
Un elemento que también complica los estudios en las estructuras históricas son las características geométricas y estructurales de los edificios. Además, la vulnerabilidad de los conventos e iglesias en episodios de sismos aumenta porque no están construidos para recibir cargas laterales, por lo que se han presentado daños en algunos de ellos.  

“Para comprender de mejor manera el comportamiento de estas estructuras se necesitan tres etapas, primero, se tiene que recopilar información de los daños observados después de un sismo fuerte; segundo, obtener las características mecánicas de los materiales de construcción, y por último, medir la respuesta de este tipo de estructuras con el uso de modelos o pruebas in situ”, explicó el M. en I. Durán Sánchez. 
Las fallas ocasionadas en los templos no siempre son las mismas, pero hay ciertas similitudes que se pueden registrar, como algún agrietamiento o desprendimiento de los contrafuertes, grietas en los arcos triunfales, colapsos en los cuerpos de los campanarios o torres, y las grietas longitudinales a lo largo de la bóveda, que por lo regular se presentan tres antes del colapso, y fallas por cortantes en las cúpulas. 
En el pasado sismo del 2017, los estados con mayores afectaciones a los conventos históricos fueron Morelos, Puebla y Oaxaca. Los investigadores tuvieron que hacer un levantamiento de daños, y tener un punto de partida para la configuración de los modelos. 

Se visitaron 8 localidades, al realizar una campaña de recolección en colaboración con el INAH, donde se extrajeron algunas piezas de 9 iglesias dañadas. Se pudieron observar la composición de 28 pedazos constituidos de mampostería, tezontle y mortero, sin embargo, también se encontraron residuos de concreto y tabique, que forman parte de las reconstrucciones que hicieron los pobladores en una época más reciente.  
“Mediante las visitas se pudieron apreciar las vulnerabilidades de los conventos, y se tuvo una importante oportunidad de caracterizar este tipo de material, los resultados obtenidos están sirviendo para estudiar su comportamiento y establecer programas de rehabilitación más adecuados que nos ayuden a su preservación”, concluyó el M. en I. Durán Sánchez.