
EDITORIAL
La H. Junta de Gobierno de la Universidad Nacional Autónoma de México me ha conferido la gran responsabilidad de dirigir y representar al Instituto de Ingeniería de la UNAM (IIUNAM), durante el período 2020-2024. Considero que esta designación, que he aceptado con gran entusiasmo y compromiso, marca un cambio importante en la historia de este Instituto, debido a que desde su fundación, en la década de los años 50, es la primera ocasión que una mujer ocupa su Dirección. Esta es una señal clara de que el IIUNAM se está adaptando bien a los tiempos actuales, que demandan una evolución en los esquemas organizacionales y en las maneras de realizar sus labores fundamentales, es decir, la investigación, la formación de recursos humanos y la divulgación del conocimiento.
Una mayor incorporación en el IIUNAM de académicas competentes en esas tareas, enriquece y complementa las capacidades existentes para abordar de manera más amplia, integral y sólida los proyectos, la docencia y la formación de recursos humanos. Adicionalmente, el quehacer del IIUNA debe ser también robustecido con el uso y desarrollo de tecnologías convergentes de la llamada Cuarta Revolución Industrial (CRI), que permitirán responder de manera pronta y, sobre todo, innovadora, a las necesidades que se requieran en el país para desarrollar nuevo conocimiento de vanguardia nacional y mundial. Todo lo anterior, para continuar con el crecimiento sostenido de su aportación al país, mediante la generación de conocimiento, docencia y formación integral de recursos humanos, así como en la difusión y divulgación de la ingeniería, en un contexto social, político y económico, nacional e internacional, cada vez más complejo y cambiante.
El funcionamiento del IIUNAM es muy complejo, por la diversidad y magnitud de las actividades que realizan sus académicos y estudiantes en Ciudad Universitaria así como en sus sedes foráneas en Juriquilla, Sisal, Monterrey (Polo Universitario de Tecnología Avanzada) y, próximamente, en Morelia. Sin duda, el liderazgo, visión y dedicación de los directores que ha tenido el IIUNAM, junto con la labor de toda su comunidad, han permitido conjugar los esfuerzos de toda su plantilla laboral para lograr que hoy en día esta entidad goce de un alto prestigio y relevancia, con infraestructura y con sistemas de gestión académica y administrativa adecuados. En estos días al frente de la Dirección, he constatado que el prestigio de nuestro Instituto traspasa los ámbitos de la Ingeniería, siendo muy valorado en instancias dominadas por otras áreas del conocimiento.
Sin embargo, con la evolución del conocimiento y de las tecnologías, siempre existen áreas de oportunidad para mejorar el funcionamiento del IIUNAM, para continuar con el crecimiento sostenido de su aportación al país, mediante la maximización del impacto del conocimiento generado con los jóvenes talentosos formados, así como en la difusión y divulgación de la ingeniería con alta calidad.
Los retos que, confío enfrentaremos de manera conjunta toda la comunidad del IIUNAM, requieren que se considere la velocidad exponencial de los cambios que imponen actualmente, conceptos asociados a la CRI, como son el uso de tecnologías convergentes de información, comunicación y digitalización (La BIO, la NANO, la INFO y la COGNO-NEURO), para mejorar la adquisición y generación de conocimiento de frontera, así como, para adaptar la docencia y la formación integral de recursos humanos en ingeniería de modo consistente con las expectativas de nuestros alumnos y del mundo en el que se desarrollarán.
La propuesta de plan de trabajo que presenté a la Junta de Gobierno la desarrollé teniendo en mente que la misión de la persona que ocupe la dirección de una entidad académica universitaria es, sobre todas las cosas, propiciar los medios y oportunidades para que todos los miembros de esta entidad puedan desarrollar su trabajo en las mejores condiciones de infraestructura y ambiente de trabajo. El plan de trabajo que propuse, se compone de seis ejes estratégicos y tres ejes transversales. Los ejes estratégicos propuestos son: 1) Vida y carreras académicas, 2) Líneas de Investigación, nuevas formas de trabajo y de desarrollo de proyectos, 3) Docencia y formación integral de recursos humanos, 4) Vinculación, 5) Administración integrada, moderna, transparente y eficiente, 6) Programa de desarrollo, ampliación y modernización de la infraestructura y equipamiento del IIUNAM. Los ejes transversales son: Cultura Organizacional con valores éticos y Equidad de Género.
De conformidad con la legislación universitaria, en los próximos meses someteré a las instancias correspondientes el Plan de Desarrollo 2020-2024. En este plan estarán incluidas las aspiraciones de la comunidad para avanzar hacia un Instituto más flexible e innovador en su quehacer, que acoja y desarrolle nuevas tecnologías. Los convoco a que, a través de los diversos mecanismos que implantaré, enriquezcan este plan de trabajo con el objetivo de que permita mejorar su labor en un ambiente adecuado de colaboración y respeto, para beneficio de la comunidad, y para que esta entidad académica siga siendo una referencia en la ingeniería a nivel nacional y, pueda serlo en el ámbito internacional.
Tengo muy claro que el Instituto no puede, ni debe, realizar su quehacer con las fórmulas del pasado; tenemos que innovar. Debemos atrevernos a cambiar y encabezar la transformación de la ingeniería mexicana. Seguramente nos equivocaremos, pero sabremos retomar el rumbo para seguir siendo el referente en ingeniería que tanto necesita nuestro país.
Dra. Rosa María Ramírez Zamora
Directora