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Para inaugurar el ciclo "Raúl Sandoval Landázuri, el Dr. José Luis Fernández Zayas impartió la conferencia "Cambio climático: retos inminentes frente a la ingeniería mexicana" donde resaltó la labor del Instituto de Ingeniería para afrontar los cambios del entorno.

En el Salón de Seminarios Emilio Rosenblueth, el ganador del premio AIUME a la Excelencia Profesional 2002, aseguró que los investigadores en materia energética se preocupan por hacer más eficientes los procesos, para los que se siguen cuatro pasos continuos.

Primero, el establecimiento en los procesos de objetivos energéticos; la auditoría energética del proceso; la mejora de los procesos más ineficientes energéticamente; y por último, compartir experiencias y reiniciar el ciclo.

Añadió que el agua embotellada después de pasar por tantos ciclos de purificación -para evitar la actividad orgánica que tanto le molesta a la gente- "no tiene ni la mitad de las sales que requiere un ser humano".

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El Dr. Fernández Zayas, destacó que esto "nos lleva a redefinir nuestra función como elaboradores de normas, como certificadores, como entrenadores de formadores de escritores de normas y de interpretadores de la ley asociados a la calidad del agua".

Los retos de la ingeniería mexicana frente al cambio climático en el corto plazo -aseguró el investigador- son contender con los cambios climáticos aparentes, que son las inundaciones, las sequias, los incendios, los tsunamis, y las actividades de tipo geológico y geofísico.

Por último, destacó la importancia de abordar estos temas con una visión de largo plazo para animar a los jóvenes a participar en el Instituto de Ingeniería. "Yo creo que no tenemos libertad ya para buscar lo más fácil, tenemos que hacer lo que hay que hacer aunque sea más difícil, más costoso. Es una responsabilidad que tiene que asumir la UNAM y específicamente el Instituto de Ingeniería".

Raúl Sandoval Landázuri fue un destacado ingeniero mexicano y uno de los fundadores de los laboratorios ICA. Asimismo, la mayoría de las principales presas construidas en México llevan su sello, con los "vertederos de abanicos" que creó junto a Fernando Hiriart. Su legado para la ingeniería mexicana fue uno de los motivos para organizar un ciclo de conferencias con su nombre.